Probablemente pasó sus primeros años de vida en Venecia y más tarde se trasladó a Údine, a principios del siglo XVI, y formó parte del taller del escultor Bartolomeo da San Vito, quien hizo numerosas obras en la zona del Friuli entre el siglo XV y el XVI.
Se formó también con Bartolomeo dell'Occhio y después abrió su propio taller como escultor en la zona de Mercatovecchio.
Entre sus obras escultóricas, destacan el retablo de la iglesia de Santa María en Paluzza, organizado en tres cuerpos, o el de la iglesia de Santa María la Mayor en Dierico (de 1522-1527), también organizado en tres cuerpos, en cuya calle central representó a la Virgen con el Niño en el primer cuerpo, a San Jorge y el dragón en el segundo y a Cristo Redentor en el tercero.
Flanqueándolos, imágenes policromadas de distintos santos.
Del retablo que elaboró para la iglesia de San Martino al Tagliamento (1522) se conserva un crucificado en este templo y tres esculturas en colecciones privadas.