Como sindicalista, formó parte de las primeras Comisiones Obreras, surgidas en clandestinidad durante la dictadura franquista.
En su trayectoria municipal, Rodrigo Torrijos apostó por la transformación urbana de Sevilla, para lo se impulsó un Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), aprobado en 2006, en cuya elaboración participaron multitud de personas y entidades sociales (ver página 7 del PGOU), culturales, sindicales, vecinales, consumeristas y académicas, entre muchas otras.
Además, durante sus años de gobierno prestó especial atención a la vivienda.
Las cláusulas de calidad social que impulsó pretendían algo tan revolucionario como sencillo.
En materia de salud laboral, en igualdad salarial, en representación sindical, etc., dejando claro su compromiso con la clase trabajadora, demostrando que, a pesar de las escasas competencias que los ayuntamientos tienen para intervenir a favor del empleo, se puede intervenir.
La patronal sevillana no aceptó negociar estos pliegos de cláusulas y las denunció en los tribunales quienes acabaron dándoles la razón.
Este Bonobús continúa emitiéndose en la actualidad, representando una positiva medida social entre las personas desempleadas.
En el plano político, su organización local, Izquierda Unida, en armonía con el grupo municipal del que Rodrigo Torrijos era portavoz, así como numerosas organizaciones ambientalistas, conformaron una plataforma para impedir la instalación en la zona más al sur de la ciudad de una central térmica de ciclo combinado en Punta del Verde.
Tras el juicio oral se dictó una sentencia absolutoria tan contundente que ni siquiera el ministerio fiscal se atrevió a recurrir,[2] dejando en evidencia una fase de instrucción[3] que durante los más de nueve años que duró, sirvió para acompasar “casualmente” cada uno de sus hitos “coincidiendo” con cualquier momento electoral.
[4] Fue utilizada por el Tea Party local para enfrentarse a los poderes democráticos, constituyendo una de las causas jurídicas más famosas y que más daño personal, familiar, social y político produjo a las personas encausadas, incluido el propio Rodrigo Torrijos.