Dirigió orquestas sinfónicas y bandas de viento, que eran populares en ese momento en Italia.
Las obras de Pasculli requieren un extraordinario virtuosismo del instrumento.
En efecto, en su obra "Le Api" ("Las abejas"), en poquísimos momentos durante la ejecución es posible respirar.
Pasó de moda a finales del siglo XX y permaneció en el olvido hasta que, en la década de 1980, los oboístas Heinz Holliger y Omar Zoboli hicieron renacer su música.
Gracias a esto, algunas de sus obras están disponibles en grabaciones.