Antonio Bernacchi

La característica más sobresaliente del canto de Bernacchi era su tendencia a usar su voz como instrumento, en sus cadencias con frecuencia imitaba el sonido del oboe o la flauta con gran facilidad como también sonidos no humanos como el canto de los pájaros.

Históricamente es uno de los cantantes más notables que ha existido y los estudios que él mismo elaboró para afinar la gracia y la agilidad vocal, contribuyeron a perfeccionar el arte del belcanto.

Solo en 1712 se sabe que Bernacchi regresó a suelo italiano cantando en Venecia en una ópera de Ruggeri: "L’arato in Sparta".

El anecdotario cuenta que Farinelli interpretó su aria con extrema habilidad, en una cadencia llena de fiorituras complicadísimas.

El castrati se indignó tanto con la situación que rompió relaciones con Nápoles y su Teatro y partió inmediatamente a Milán con la Merighi que a la postre se supo era su amante.

Murió en 1756 y su amigo Farinelli se encargó de organizarle una ceremonia fúnebre fastuosa e imponente.

Busto de Bernacchi
(autor desconocido, siglo XIX , Museo internazionale e biblioteca della musica de Bolonia)
Caricatura de Barnacchi por Pier Leone Ghezzi (1731).