Milán, 671) fue un obispo italiano católico del siglo VII, quien luchó contra los arrianos de la región.
[1] Es venerado como santo por la Iglesia Católica.
Su fiesta litúrgica se celebra el 31 de octubre.
[2] Fue ordenado obispo en el 669, luego de la muerte de Juan el Bueno,[3] y desde su sede, Milán, se dedicó a atacar la herejía arriana.
[3] Sus restos fueron depositados en la Iglesia de San Simplicio por el cardenal Carlos Borromeo en 1581.