Antonia Herrero

Se inició casi una niña en el teatro en su país y en 1923 viajó a la Argentina para integrar la compañía teatral de su compatriota Ernesto Vilches.

Durante años laboró en el teatro en la compañía de Mecha Ortiz y también trabajó con Pedro López Lagar.

Se recuerdan especialmente sus actuaciones en ese medio en Mame, El conventillo de La Paloma y Ocho mujeres.

Su destacada labor en La dama duende (1945) le abrió el camino en la gran pantalla, donde fue dirigida por directores calificados como Luis Saslavsky, Alberto de Zavalía y Ernesto Arancibia.

En 1951 participó en el filme rodado en España, La corona negra, protagonizada por María Félix y dirigida por Saslavsky.