Jean-Antoine de Baïf

Trató de adaptar a la poesía francesa el verso clásico con su particular prosodia y de reformar la ortografía.

Escribió mucho, aunque ninguna de sus obras sea de primer orden.

Escribió Los Amores de Melina (1552) y Los Amores de Francina en 1555); Los Meteoros, inspirándose en las Geórgicas de Virgilio (1567) ; el Pasatiempos (1573); Los Mimos, enseñanzas y proverbios (1576-1597), su mejor obra, una recopilación de sentencias en verso, género muy de moda en aquella época.

Baïf quiso introducir en la versificación francesa una nueva métrica, análoga a la de los clásicos; en lugar de establecer el ritmo teniendo en cuenta el número de sílabas, debería basarse en la disposición de las vocales breves y largas.

En teatro, tradujo El eunuco de Terencio, y el Valiente (Miles gloriosus) de Plauto

Jean Antoine de Baïf.