Antiaris africana

Es un árbol piramidal muy grande, con ramas jóvenes frondosas, flexuosas, ranurada longitudinalmente y arrugada, poco oxidadas y densamente tomentosas.

Las hojas de dos clases: aquellas en los árboles jóvenes y quizás también en los brotes jóvenes desnudas elípticas o elíptico-obovados, desiguales unilaterales y subcordadas en la base, aguda acuminadas en el ápice, las hojas de los brotes florales jóvenes obovadas, elípticas, de lados desiguales y redondeadas o ligeramente cordadas en la base, con un margen recurvado cartilaginoso, rígidamente cartáceas o subcoriáceas, escabrosas arriba, pubescentes por debajo, los nervios laterales 6 -11 a cada lado de la nervadura central, apartándose de estas en un ángulo de 45 ° -70 °, recta o ligeramente arqueada, muy prominente debajo; venas profunda y densamente reticulada a continuación, muy prominentes.

La fruta en forma de drupa, poco peciolada, elipsoide.

[1]​ Se encuentra en Guinea, Dahomey, Fernando Poo, norte de Nigeria, Sierra Leona y Togo, cerca de Lome.

Antiaris africana fue descrita por Adolf Engler y publicado en Botanische Jahrbücher für Systematik, Pflanzengeschichte und Pflanzengeographie 33: 119.