Debido a esta ascendencia, Anna entró en la vida de la corte muy pronto.
Yusúpov consideraba a Anna como poco atractiva y así la definía: La zarina valoraba la devoción que Anna tenía por ella y se hizo su mejor amiga, ignorando a otras mujeres de la corte de mayor distinción e inteligencia.
[4] Tras la Revolución Rusa, Anna fue detenida y sometida a un examen médico para probar su lucidez mental.
Anna pasó el resto de sus días en Viipuri y más tarde en Helsinki.
Su tumba se encuentra en la sección ortodoxa del cementerio de Hietaniem en Helsinki.