Con Jakob Rhodurner y más tarde con el Dr. Zwicky, tuvo en total 3 hijos, pero dos murieron al poco de nacer.
Para los jueces, esta mejoría de su estado probaba que la «bruja» ya no tenía dominio sobre su víctima.
El veredicto fue censurado en parte por la prensa: el tribunal quería evitar la mención de brujería, una acusación que comenzaba a estar anticuada en la época.
Algunos informes fueron destruidos y se la clasificó de envenenadora para limitar la importancia del caso.
Varios libros le han sido dedicados, como el de Eveline Hasler (ISBN 2-88108-128-2).