Subió montañas durante treinta y tres años, usualmente en equipos íntegramente femeninos.
En 1978 con Krystyna Palmowska, Wanda Rutkiewicz e Irena Kesa subió la cara norte del Matterhorn en invierno.
De nuevo eran las primeras mujeres que lo lograban y crearon sensación en el mundo del montañismo europeo.
Czerwińska intentó alcanzar la cumbre del K2 tres veces: en 1982, 1984 y 1986, la última vez fue testigo de una tragedia cuando trece escaladores murieron en la montaña.
Es autora o coautora de muchos libros sobre escalada en el Matterhorn, Gasherbrum, Broad Peak, Nanga Parbat, K2.