Ciertos animales pueden vivir a gran altitud, ya sea en la tierra, en el agua, o en el aire mientras vuelan.Entre estos animales, sólo pocos mamíferos (como el yak, la cabra salvaje, la gacela tibetana, la vicuña, la llama, la cabra de montaña, etc.) y ciertas aves se han adaptado completamente a entornos de gran altitud.Esta mutación no ha sido vista en humanos andinos, mostrando el efecto de un entorno compartido en la evolución.Están activos durante todo el invierno, en gran parte porque su sangre contiene un compuesto similar a un anticongelante.[11] Vuelo arácnido es un término utilizado para referirse al mecanismo que muchas arañas, especialmente las especies pequeñas, así también como algunos ácaros y orugas, usan para dispersarse a través del aire.[15] Esta es la manera más común que tienen las arañas para colonizar islas remotas y cimas de montañas.[16][17] Los peces que habitan a grandes altitudes tienen una tasa metabólica más baja, como ha sido demostrado con la trucha degollada de montaña (Oncorhynchus clarkii lewisi) comparándola a la trucha arcoíris de llanura introducida en la cuenca del río Oldman.[19][20][21] Estos factores pueden disminuir la productividad en hábitats de gran altitud, por lo que habrá menos energía disponible para el consumo, el crecimiento, y la actividad, lo cual representa una ventaja para los peces con demandas metabólicas bajas.La categoría stenobarc incluye a aquellos mamíferos con una menor capacidad para soportar un rango de diferentes altitudes, tales como conejos, cabras blancas, ovejas, y gatos.[27] Varios roedores vive a grandes altitudes, incluyendo ratones ciervo, conejillos de indias y ratas.[32][33][34] En altitudes elevadas, algunos roedores incluso cambian su zona térmica neutra para así mantener un índice metabólico basal normal a temperaturas más frías.Estos pueblos se han desarrollado exitosamente por milenios en montañas excepcionalmente altas, sin ninguna complicación aparente.Para la población humana promedio, una estancia breve en estos sitios puede provocar el mal de montaña.Gracias a esto se encontró que genes como el EPAS1, el PPARA y el EGLN1, los cuales están implicados en la en producción de hemoglobina, tienen cambios moleculares significativos entre los tibetanos.[57] En cambio, varios genes parecen estar presentes en los etiopianos, incluyendo el CBARA1, el VAV3, el ARNT2y elTHRB, los cuales son conocidos por jugar un papel importante en las funciones genéticas del HIF.[60] En general, las aves tienen características fisiológicas que son ventajosas para el vuelo a grandes altitudes.[64] Estas dos características facilitan la difusión del oxígeno en la sangre hacia el músculo, provocando que el vuelo pueda ser sustentado durante la hipoxia medioambiental.[65] El ánsar indio (Anser indicus) es un volador icónico que atraviesa la cordillera del Himalaya durante la migración, y sirve como sistema modelo de las adaptaciones fisiológicas derivadas para el vuelo a grandes altitudes.En el Tíbet, solamente se encuentran pocas aves (28 especies endémicas), incluyendo grullas, buitres, halcones, arrendajos y gansos.Algunas especies como los tinamúes (miembros notables del género Nothoprocta), los cauquenes, las taguas gigantes, los carpinteros andinos, los chortilejos cordilleranos, o géneros de aves como el geositta, phrygilus y diuca también se han encontrado en las tierras altas de los Andes.Las anátidas y el pato moteado (Anas cyanoptera) han experimentado modificaciones moleculares significativas.Estos cambios han moldeado una divergencia morfológica y genética especifica en cada una de las poblaciones sudamericanas del pato colorado.
Carpa
Gymnocypris przewalskii
en el
Lago Qinghai
a 3,205 m (10,515 ft)