La angaria[1] es una figura jurídica que facultaba la requisa o la toma en préstamo de propiedades ajenas, especialmente en tiempo de guerra y referido a buques.
A este servicio forzado también se llamó de bagajes cuando se tomaban caballerías y carruajes para el transporte de tropas, equipaje del príncipe o señor feudal, etc.
El servicio o gravamen de angarias podía ser: Lo más violento del derecho antiguo en esta parte era la regla común de que el bagajero o naviero que perdiese sus buques o transportes en el servicio forzado que se le obligaba a prestar no tenía derecho a indemnización.
Los eclesiásticos estaban exentos del servicio de angarias en lo que tenía de personal, pero no en prestar sus caballerías y carruajes.