Angélique du Coudray

A través de su esfuerzo educativo, Du Coudray se convirtió en una sensación nacional y en un símbolo internacional del avance médico francés.

Citó el caso de La Fayette, cuyo nacimiento casi milagroso se lo debía a Du Coudray.

La Fayette caería pronto y Alphonse Leroy, un viejo enemigo, se manifestó, denunciando la ignorancia de supuestamente todas las comadronas y hablando con desprecio de la 'señorita' que enseñaba a dar a luz con una muñeca.

Se anularon los títulos: cualquiera podía decirse a sí mismo 'responsable de sanidad'.

Por otra parte, el Estado se empobreció y la pensión que tenía asignada ya no le llegó.

Un día, en ausencia de su sobrina y su marido, Du Coudray murió, al parecer de vejez aunque muchos eruditos sospechan que fue asesinada durante la noche por el apoyo que recibió del rey Luis XV.

En la foto, tomada en el Musée de l'Homme en 2016, se muestra una réplica exacta realizada en 2004 por Rebecca Campeau.

La contribución más evidente, por la que es mencionada a menudo, es su rol en el aumento de la demografía.

La « máquina » de du Coudray.