En 1914 durante la I Guerra Mundial, Selivanov fue nombrado comandante de las fuerzas que asediaban Przemyśl.
Tras la derrota en la batalla del río Vístula, Hindenburg y sus aliados austríacos se retiraron y Dimitriev reanudó sus operaciones de asedio.
Sin embargo el Tercer Ejército fue alejado del frente de Przemyśl.
Selivanov detuvo los ataques frontales que habían caracterizado los intentos rusos por someter la fortaleza.
Selivanov se propuso someter la guarnición por hambre.