Andrés de Soto
Ingresó en la Orden Franciscana Recoleta a la edad de 20 años.En 1599 fue nombrado confesor de la Infanta Isabel y viajó a los Países Bajos españoles.Siguió siendo el confesor de la Infanta hasta su muerte, 26 años después.En 1603 se le concedieron 3.000 libras de fondos estatales, para emplearlas en obras piadosas, y otras 713 libras para comprar una nueva ermita y renovar una ermita existente en Gante.[2] En 1604 ayudó a restablecer el convento franciscano recoleto en Boetendael, que había sido gravemente dañado y abandonado en 1579.