Al terminar Andrés sus estudios también ingresó en el mismo seminario (14 de noviembre de 1913),[1] profesó sus primeros votos al año siguiente y los perpetuos en 1917.
[2] Se destacó en su vida religiosa por su educación, orden, modestía, devoción al Corazón de María, aunque mantenía su carácter fuerte, dejando vislumbrar su nobleza, sensibilidad, compasión y generosidad aunque le costaran sacrificios.
[1] Como misionero en México estuvo en Ciudad de México, Seminario menor de Toluca (predicador); León como predicador (1924), misionero en Axtla.
Como protesta los Obispos mexicanos decidieron suspender el culto público, lo que conllevó a la persecución abierta de parte del gobierno de ese momento.
En casa de una amiga el Padre Solá y José Trinidad Rangel, la habían destinado como oratorio, contaba con un fiel feligrés haciendo las veces de sacristán.