En las ciencias de la salud, la anamnesis (del griego ἀνάμνησις, recolección, reminiscencia) es la recogida ordenada y pormenorizada de información por un especialista de la salud mediante preguntas específicas, formuladas bien al propio paciente, o bien a otras personas relacionadas (en este caso, también se le denomina heteroanamnesis) para obtener datos útiles, y elaborar información valiosa para formular el diagnóstico y tratar al paciente.
[1] Las quejas o indicios médicamente relevantes que aportan el paciente o personas de su entorno son referidas como síntomas, en contraste con los signos clínicos, que son revelados a partir de una exploración física por parte del personal médico.
Así, un paramédico limitará su historial a detalles importantes como el nombre, la queja del paciente, alergias, etcétera, mientras que un psiquiatra aportará datos relevantes sobre la vida del paciente que puedan resultar necesarios a la hora de diagnosticar una enfermedad mental.
Si no existe información suficiente como para un diagnóstico seguro, se elabora uno provisional, y otras posibilidades (diagnóstico diferencial) pueden ser tomadas, según su orden de probabilidad.
El tratamiento puede, en dicho caso, incluir investigaciones ulteriores con el propósito de clarificar el diagnóstico.