Muchos se cuentan entre los ácaros parásitos de mayor importancia económica, como Ixodida y Dermanyssoidea.
[1] Los parasitiformes tienen las coxas libres, una abertura anal cubierta por un par de placas; normalmente el tritosterno es biflagelado (perdido en ixódidos, muchos holotíridos y algunos mesostigmados parásitos).
La parte anterior se conoce como gnatosoma o capítulo que está rodeado por un anillo esclerotizado y es donde se hallan los quelíceros y los palpos; está formada por el techo (tectum o epistoma), el suelo (hipostoma) con cornículos (perdidos en Ixodida) y las paredes laterales por las coxas de los pedipalpos; en algunos casos, el suelo puede estar formado por las coxas de los pedipalpos más otros elementos anteroventrales; los quelíceros se sitúan por debajo del epistoma; la cavidad bucal en el centro de estas estructuras.
El resto del cuerpo se conoce como idiosoma,[2] que está formado por dos regiones más o menos delimitadas, el podosoma, que lleva las cuatro patas marchadoras, y el opistosoma que tiene forma de saco y contiene los órganos digestivos, excretores y reproductores.
[3] Los parasitiformes incluyen cuatro órdenes según diferentes clasificaciones, en los que se mantiene una doble denominación:[4][5]