Ana María de Javohuey

La orden fue reconocida por el obispo de su diócesis en 1807.

En 1812 tras la adquisición de un antiguo monasterio, la congregación se instaló en Cluny.

Su obra se extendió por diferentes territorios dependientes de Francia.

Volvió a Francia en 1843, debiendo hacer frente a nuevas dificultades, incluida la oposición de ciertos sectores eclesiásticos.

La orden continuó se expansión y estableció nuevas casas en todo el mundo, India, Tahití, Madagascar etc., además de 30 fundaciones en Francia.