Estuvo representada por reconocidas agencias de modelos, como Ford, Elite y L'equipe.
Reston, como las otras modelos adolescentes, viajó sin compañía, sin amigas ni miembros de su familia, alguien que la hubiera ayudado a comprender la crueldad del mundo de las pasarelas, donde las críticas personales son el estándar.
[1] Sin embargo, esto no sirvió para ayudar a Carolina, que cada vez comía menos.
Las oportunidades laborales empezaron a menguar y su carrera como modelo prácticamente se había detenido.
Fue entubada, pero su cuadro clínico luego evolucionó a una infección generalizada, septicemia, y la muerte.
[3][4] Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Pirapora do Bom Jesús, en el Gran São Paulo.