Ananías ben Ananías

Sin embargo, la opinión popular en contra de Hanan debido a este acto llevó al recién nombrado gobernador romano Luceyo Albino a destituir al sumo sacerdote, después de solamente tres meses.

Ananías fue sucedido por Jesús ben Damneo; quien fue asimismo depuesto antes de finales del año.

Pero los habitantes de la ciudad, más moderados y afectos a la ley, se indignaron.

Albino, convencido, envió una carta a Ananías, en la cual lleno de indignación le anunciaba que tomaría venganza con él.

«Bajo la dirección del ex-sumo sacerdote Ananías ben Ananías, ellos (el Sanedrín) exhortaron a la población para el apoyo contra los sacerdotes zelotes radicales, ya que estos ‹persuadieron a los que oficiaban en los sacrificios del Templo a no aceptar ningún regalo o los servicios de un extranjero› (La guerra de los judíos II, 409-414)».

Una página de una copia de 1466 de Antigüedades judías .