Análogos de nucleótidos

[1]​ Bioquímicamente, los análogos de nucleótidos juegan dos papeles importantes: en primer lugar, las polimerasas de ADN y ARN representan una de las clases más importantes de enzimas que son el blanco principal de agentes quimioterapéuticos tanto anticancerígenos como antivirales.

Más de una docena de análogos de nucleótidos clínicamente útiles se dirigen a las polimerasas del ARN y ADN virales, y al menos 8 agentes anticancerígenos clínicamente útiles ejercen sus efectos antiproliferativos a través de sus interacciones con las polimerasas de ADN.

Casi todos los análogos de nucleótidos consisten en una base normal o ligeramente modificada conjugada con un azúcar modificado.

[3]​ Dentro de los fármacos análogos de nucleótidos se encuentra el adefovir dipivoxil, que es el profármaco del adefovir, un análogo acíclico del desoxiadenosina-5-monofosfato (dAMP).

Este nucleótido tiene una potente actividad antiviral frente al virus de la hepatitis B y una buena biodisponibilidad por vía oral.

Ejemplo de nucleótido con desoxirribosa.
Tenofovir