El análisis de impedancia bioeléctrica, también llamado bioimpedancia, es un método que se suele usar para conocer la composición aproximada de un cuerpo.
Desde la llegada de los primeros dispositivos comerciales a mediados de los años 80 esta técnica se ha hecho cada vez más popular debido a su facilidad de uso, portabilidad de los equipos y a su bajo coste en comparación con otros métodos de medición corporal, permitiendo descubrir a tiempo concentraciones excesivas de grasa visceral.
Este método se basa en medir la resistencia que un cuerpo opone al paso de una corriente.
En función de esa impedancia se puede determinar la cantidad de grasa que puede haber, ya que ese valor relaciona de manera aproximada la proporción de grasa y músculo que está presente.
Esta técnica no es la más precisa ya que descarta muchas variables que influyen en el resultado final, como por ejemplo la cantidad de agua que se haya consumido antes de realizar la medición.