Amy Robsart

Robsart vivió con amistades en diferentes partes del país, aunque tenía su propia casa, y casi nunca veía a su marido.La evidencia médica del informe forense, encontrado en 2008, es compatible con accidente, suicidio y otros actos de violencia.Creció en la casa de su madre, Stanfield Hall, y al igual que su futuro marido, en un firme hogar protestante.[8]​ La joven pareja residía la mayor parte del tiempo en la corte o con los suegros de Robsart, en Ely House.[12]​ Su estilo de vida tuvo que seguir siendo modesto, aunque Dudley fue acumulando deudas considerables.[13]​ Syderstone, la ancestral casa solariega de Robsart, había sido inhabitable por muchas décadas,[14]​ y la pareja vivía en Throcking, Hertfordshire, en la casa de William Hyde, cuando no estaba en Londres.[18]​ Tras el ascenso al trono de Isabel I, Dudley se convirtió en Master of the Horse[nota 2]​ y su lugar estaba en la corte casi en constante asistencia de la reina,[19]​ Robsart pasó la temporada navideña en Lincolnshire.Indignados por el poco interés de Isabel en su candidato,[27]​ el embajador español de Quadra y su colega del Sacro Imperio Romano Germánico se informaban mutuamente y a sus superiores que Dudley enviaba veneno a su esposa, que Isabel solo los estaba engañando y que «mantenía a los enemigos de Dudley y al país entretenidos con palabras, hasta que la mala acción de matar a su esposa fuera consumada».En el patio trasero de la casa había una terraza con jardín, un estanque y un parque para ciervos.[39]​ Después de hablar con algunas personas, Blount informó a su amo que Robsart se había levantado temprano y que según ellos: La señora Picto era la doncella de Robsart y Thomas Blount le preguntó si pensaba que lo que había sucedido era «desgracia o villanía»:[41]​ Blount continuaba dándole vueltas al asunto: El juez de instrucción y los quince miembros del jurado eran caballeros y prósperos agricultores de la localidad.[53]​ Dudley guardó luto durante unos seis meses pero, como era costumbre, no asistió al funeral, donde los medios hermanos de su esposa, los vecinos, así como las personas destacadas de la ciudad y el condado, desempeñaron el papel principal.[54]​ La corte guardó luto por más de un mes;[45]​ Dudley se retiró a su casa en Kew.[57]​ William Cecil, principal secretario de la reina, se sentía amenazado por la posibilidad de que Dudley se convirtiera en rey consorte y él mismo propagó rumores para prevenir la eventualidad.[59]​ Nicholas Throckmorton, embajador inglés en Francia, también se opuso firmemente a un posible matrimonio de la reina con Dudley e intentó llamar la atención sobre los escandalosos chismes que escuchó en la corte francesa.[60]​ Aunque Cecil y Throckmorton utilizaron el escándalo para sus propósitos políticos y personales,[61]​ no creían que Dudley hubiera orquestado la muerte de su esposa.[62]​ En octubre, Dudley regresó a la corte y muchos creyeron que venía «con grandes esperanzas de casarse con la reina».[63]​ Sin embargo, su reputación internacional y su posición en el país se pusieron en peligro por el escándalo, lo que al parecer la convenció de que no podría arriesgarse a un matrimonio con Dudley.[64]​ Al mismo tiempo, Dudley no se hacía ilusiones sobre su reputación destruida, ni siquiera cuando recibió la notificación de la decisión del jurado:[45]​ «Se ha hecho la voluntad de Dios; hubiera deseado que me convirtiera en el ser más pobre que se arrastra sobre la tierra, con tal de que este infortunio no me hubiera sucedido».[69]​ En lugar de responder, Appleyard se retractó de todas sus declaraciones; él también había pedido ver el informe del forense y, luego de haberlo estudiado en su celda, escribió que era totalmente satisfactorio y que había disipado sus preocupaciones.Verney muere afirmando que «todos los demonios del infierno» lo partieron en pedazos; su siervo —que estaba con él durante el homicidio— fue asesinado en la cárcel por órdenes de Dudley, antes de que pudiera contar la historia.[75]​ Incrementados por la considerable influencia del Leicester's Commonwealth, los rumores sobre la muerte de Robsart se convirtieron en una leyenda embellecida por el folklore.[78]​ La idea de que Robsart fue asesinada adquirió nueva fuerza con el descubrimiento de la correspondencia diplomática española —y con ella los venenosos rumores— por el historiador victoriano James Anthony Froude.[81]​ Mucho más académico e influyente fue un trabajo de 1870 realizado por George Adlard, Robsart and the Earl of Leycester, que utilizó algunas cartas relevantes y de manera encubierta sugirió el suicidio como explicación.Otra teoría popular ha sido que Robsart se quitó la vida; debido a enfermedad o depresión, su melancolía y «desesperación» es rastreable en algunas fuentes.[94]​ George Bernard, Susan Doran y Chris Skidmore han afirmado que Dudley podría haber influido en el jurado.
Retrato en miniatura de una dama desconocida, posiblemente Robsart el día de su matrimonio en 1550. [ nota 1 ]
The Death of Amy Robsart (en español: La muerte de Amy Robsart), como la imaginó el artista victoriano William Frederick Yeames.