Amotken

Entre los Kashpel, los Flathead y los Coeur d'Alene se le llamaba «Espíritu Grande del Cielo» o «Aquel que Ocupa la Cumbre de la Montaña».

Su símbolo era el Sol y el de su hijo, Spokani, la Luna.

En los relatos Salish, Amotken es representado como un anciano amable y sabio que vive solo en el cielo[1]​ siempre preocupado por su creación.

En una ocasión, Amotken creó a cinco mujeres jóvenes a partir de cinco cabellos de su cabeza y les preguntó lo que querían ser.

Cada una dio una respuesta diferente: la primera pidió ser la madre de la maldad y la crueldad; la segunda, la del bien; la tercera pidió ser la madre de la Tierra; la cuarta la del fuego; y la quinta y última la madre del agua.