Pero ese día, las cosas cambian, pues Francisco empieza a descubrir la verdadera familia que tiene: su hija Camila (Diana Neira) no es virgen desde los 16 años; su hijo Diego (José Julián Gaviria) cambia de tribu urbana cada semana; su hija pequeña, Sorpresa (Alison García), una niña más lista que él; y Mariana, una esposa cansada y decepcionada de su relación.
Roberto Montoya (Marcelo Dos Santos), jefe de su esposa en otra sucursal, se gana la gerencia y lo hace echar del banco.
Pero la edad, su falta de especialización en su carrera, y sobre todo, las malas referencias que da Roberto, lo dejan sin posibilidades.
Y por supuesto, encontrarse con Bertha todo el día mientras ella vende galletas al frente de su local.
Francisco no imaginó que el fracaso de su oficina lo llevaría a encontrar en Bertha la amistad y el apoyo que su esposa le quitó cuando se quedó sin trabajo.