Durante su primeros años al frente de la organización, Péretz se comportó como un gran agitador, provocando fácilmente huelgas generales.
Durante varios años, la enconomía israelí sufrió una gran perdida de jornadas laborales debido a las huelgas.
En 1999, Péretz se escindió del Partido Laborista y creó el suyo propio, Am Ejad (hebreo, «Un solo pueblo»).
Tras la fusión, Péretz se presentó a las primarias del Partido Laborista, promoviendo la idea de romper la coalición con el Likud, liderado por el primer ministro Ariel Sharón.
Shimon Peres ha pedido una investigación interna al considerar que ha habido fraude en algunos colegios electorales.
Peretz, junto con el primer ministro Ehud Ólmert, decidieron responder a las agresiones y lanzaron una campaña contra el grupo encubierto por el gobierno de Líbano, Hezbolá.
Las tropas terrestres se trasladaron en los helicópteros para apoderarse con éxito del terreno comprendido entre la frontera libanesa y el río Litani.
Una comisión fue creada por el gobierno para investigar la guerra, el Comité Winograd, consideró que la decisión de lanzar esta operación fue racional y justificada.
El 12 de junio Barak finalmente ganó la elección y relevó a Péretz como líder del laborismo.
Esto conlleva que durante los últimos años Peretz se haya ido acercando a las tesis de la "tercera vía".
Por este motivo y por su gran personalidad, Peretz ha sido comparado con el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
Según Péretz, los recursos que se han estado invirtiendo en Cisjordania a modo de distracción social podrían haber arreglado muchos problemas.
Al mismo tiempo, la izquierda israelí ha sido usurpada por las clases acomodadas, de modo que el Partido Laborista se ha vuelto elitista.
Por eso Péretz ve una relación intrínseca entre el conflicto árabe-israelí y los asuntos internos de Israel.