Abordar con rigor cualquier disciplina pasa, en primer lugar, por establecer un marco de conceptos definidos, como los siguientes: (armada) contra otro país o contra un actor no estatal, además de usar otros medios (por ejemplo, económicos, políticos o diplomáticos).
diferentes elementos que, en conjunto, constituyen una amenaza más compleja y multidimensional.
Según el Consejo de Europa,[3] cuando no existe confrontación armada (encubierta o no) y atendiendo a las medidas de protección de la seguridad nacional de los Estados y sus límites legales, parece más exacto y conveniente utilizar los términos amenaza híbrida o conflicto híbrido que guerra híbrida.
La Unión Europea ha adoptado, entre otras medidas, una Comunicación conjunta sobre la lucha contra las amenazas híbridas.
La Comisión Europea desarrolla medidas para profundizar en la respuesta europea y presenta informes periódicos sobre la aplicación general del marco común relativo a la lucha contra las amenazas híbridas.