El primo de Verónica, Bulmaro, había recibido órdenes de su jefe, Máximo, para que provocara el accidente, ya que Máximo estaba retomando venganza con Salvador y por suerte también se quería acercar a Verónica.
Verónica estuvo en coma durante dos años y Palito quedó al cuidado de su abuela Azucena.
Frijolito podía escuchar a Palito rezando por su madre todos los días y nunca dudó de que algún día se recuperaría.
Verónica decidió hacerse fuerte por Palito, pero declaró que nunca más amaría a un hombre en su vida.
Román García del Solar se convirtió en un candidato perfecto, un hombre bondadoso que también perdió a su esposa y su fe en el amor.