Alonso Sarmiento de Figueroa Sotomayor fue gobernador del Paraguay entre 1659 a 1662.
En ese recorrido, destituyó al cacique Yaguariguai por sospechas, del poblado de Arecayá.
Como consecuencia, los guaraníes se sublevaron contra el gobernador matando e hiriendo a sus soldados que los acompañaban.
Sarmiento se refugió en una iglesia de ese pueblo y resistió ahí por cinco días, al levantarse el cerco inició una represalia contra los cabecillas de la rebelión y exilió a las personas de ese pueblo.
Años después Sarmiento se dispuso a emprender campañas semejantes, sin embargo el rey desaprobó el exilio de los naturales de Arecayá y por una ordenanza del 25 de noviembre de 1662 expedida por el rey, fue destituido, apresado y enjuiciado por el oidor de la audiencia de Buenos Aires don Pedro de Rojas y Luna.