Sus pinturas destacan por su uso expresionista de la línea y del color, profundidad psicológica e intensidad emocional.
Tuvo otra hija, Elisabetta, nacida en 1928, que el padre se llevó consigo a Cuba en la primavera de 1930, quedando la pintora en los Estados Unidos.
A finales de 1933, fue contratada por la Works Progress Administration (WPA), que le dio un salario modesto.
En esta década, Neel hizo ilustraciones para la publicación comunista, Masses & Mainstream, y siguió pintando retratos.
En 1970 Time Magazine le encargó a Neel que pintará un retrato de la activista feminista Kate Millett para su portada.
Para mediados de los años setenta Neel ganó notoriedad y reconocimiento como una importante artista norteamericana.