Igualmente cabe destacar la diversidad en cuanto al paisaje que pasa desde la escarpada sierra al noroeste del núcleo urbano principal, a la frondosidad en las proximidades del río Genal, hasta la fértiles tierra de la pedanía de Salitre.
En cuanto a las aves podemos citar al cernícalo (Falco tinnunculus), ruiseñor (Luscinia megarhynchos), petirrojo (Erithacus rubecula), gavilán (Accipiter nisus), águila calzada (Hieraaetus pennatus), cuco (Cuculus canorus), etc.[4] Las primeras evidencias de poblamiento humano en las tierras del actual municipio de Algatocín se remontan a la Edad de Bronce (2000 años a. C.) según restos de cerámica hallados en Cerro Gordo.
En este mismo lugar, pero hacia el año 1.000 a. C. se han encontrado los restos ibéricos de un oppidum o recinto defensivo.
Vesci se encontraría en la calzada romana que comunicaba Arunda con Carteia por Lacipo y hacia el oeste por Oba.
Sobre dicha calzada discurrieron desde entonces los caminos de herradura, y todavía se encuentran algunos tramos en Algatocín, en el puerto Encinas Borrachas (Jimena de Líbar) o cerro Doña María (Alpandeire), constituyendo hasta el siglo XIX el llamando camino inglés, actualmente confundido con las cañadas para el ganado.
[5] En el 711, durante la etapa inicial de la conquista musulmana, llegan a la península los musulmanes del califato omeya junto a bereberes, entre los que se encontraban los attus, quienes fundaron Algatocín, al que llamaron Al-Atusiyin o “el lugar de los Attus”.
Varios años después, en el año 755 la zona muestra su apoyo a Abderramán I.
En 1560 los 100 habitantes con los que contaba Algatocín eran moriscos, en esa época el Tribunal de la Inquisición comienza a realizar juicios, siendo procesados: Francisco Martín, Francisco Martín Abenacaide y Juana Gómez.
Tenía una población de unos 1350 habitantes que se dedicaban a la agricultura y la ganadería fundamentalmente.
El general Marasín le persiguió en su retirada hacia Cádiz, incendiando primero Algodonales.
Marasín se batió en la zona Alpandeire, con las partidas (unidades irregulares) de Igualeja, Casares, Jubrique y Benalauría.
Aunque los franceses tuvieron conocimiento del plan y pusieron en marcha una expedición para cortar el avance de los españoles, las primeras escaramuzas en Algatocín, Atajate y Ubrique, dieron ventaja a los españoles que cortaron el sector central del contraataque francés, obligando a los franceses a retirarse hacia Ronda.
En noviembre, José Serrano Valdenebro es nombrado comandante de la Sierra por la Regencia.
[20] Las mañanitas o misas de aguinaldo se celebran en la semana anterior a Nochebuena.
Después de la misa, los mayordomos/as tienen un local preparado donde asiste todo el que quiera, habitualmente este local es el salón de la juventud donde se toma chocolate caliente, anís, mantecados y otros dulces típicos preparados por los mayordomos/as del pueblo.
Una vez en el salón y disfrutando de estos manjares jóvenes y mayores catan villancicos hasta que poco a poco los algatocileños se van marchando para comenzar con sus labores cotidianas.
Todas las personas del pueblo asisten a dicha misa con sus roscas de pan para que sean bendecidas por el párroco.
El domingo por la mañana sale desde Algatocín, una carroza donde va todo el Coro Rociero de Algatocín cantando canciones hasta llegar a Salitre, una vez que están todas las personas allí, se celebra la misa y posteriormente se realiza una procesión donde San Isidro es acompañado por la Banda de Música de Algatocín, el Coro Rociero (que ha protagonizado la misa) y toda la gente que allí se encuentra.
Son cuatro días de fiesta donde se reúnen muchas familias que pasan el resto del año fuera por diversos motivos, por tanto, durante estos días el pueblo aumenta el número de visitantes.