En esa etapa, la crisis no había llegado a ser del dominio público y aunque la prensa sabía del asunto, no lo había revelado.Al principio el discurso pareció respetable y normal —aunque en retrospectiva había indirectas sutiles de intranquilidad—, cuando Blunt se refirió al próximo servicio de coronación, hizo hincapié en un punto que dijo era material para una correcta comprensión de la intención del servicio.Al final mencionó la necesidad del rey de la gracia divina y dijo:Como estaba designado para cubrir la conferencia tomó notas y cuando regresó a las instalaciones del periódico lo consultó con su colega Charles Leach, ambos acordaron que los medios nacionales podrían estar interesados y envió el relato por cable a la Press Association.Cuando más adelante se le preguntó sobre el asunto, Blunt reveló que las observaciones tenían por objeto ser un lamento a la indiferencia del rey en asistir a la iglesia.