En 1849 Thayer navegó hacia Europa para emprender sus propias investigaciones, aprendiendo alemán y recopilando información.
Apoyado en sus tareas periodísticas y tras muchas privaciones, al final fue nombrado cónsul de los Estados Unidos en Trieste, donde pudo proseguir con sus trabajos.
En 1865 Thayer escribió: No lucho por teorías ni me gustan los prejuicios; mi único punto de vista es la verdad.
Henry Edward Krehbiel, a quien se debe la primera edición en inglés de la biografía (1921), escribió sobre Thayer en 1917: Su laboriosidad, celo, brillante fuerza analítica, honradez y apertura de mente ganaron la confianza de todo aquel con quien entró en contacto, salvo los charlatanes literarios cuyas novelas se inclinaban a destruir el interés en la veracidad de la historia.
La versión más reciente de la biografía (1964-67) está revisada y editada por Elliot Forbes.