Era descendiente de vascos por parte paterna y materna.
En 1879 reingresó al Ejército de Chile con motivo del estallido de la Guerra del Pacífico, entre Chile, Bolivia y Perú.
En mayo de ese año, fue nombrado comandante del batallón cívico movilizado Coquimbo N.º 1.
Allí ordenó asesinar a todos los oficiales enemigos heridos por considerar al ejército peruano una montonera y no un ejército regular.
Esta batalla es considerada la última de gran magnitud en la Guerra del Pacífico, siendo los pocos enfrentamientos posteriores muy reducidos.