Alegoría de la Paz y la felicidad del Estado

Después de pasar distintas décadas en los almacenes, la última fotografía donde aparece en la sala es de los años 30, se realizó una restauración profunda puesto que tenía deteriorada la capa pictórica y gracias a ella se pudo volver a exponer en la sala donde había estado originariamente.La exegesis alegórica parte de la suposición que, mediante el "decir de otra forma" pueden ser desveladas las ideas abstractas y no contingentes contenidas en los mitos, los cuales tendrían que interrumpir en la vida cotidiana cargadas con un benéfico contenido ético - religiosos.En este caso la Paz es encarnada por la figura central, cubierta con drapeados blancos y sosteniendo una hoja de palma que, en diagonal, conduce al espectador en la parte izquierda del cuadro donde un amorcillo o putti, palabra proveniente del italiano,[4]​ es quien prende fuego a las armas para poner fin al conflicto.En el centro del punto de fuga aparece una enorme cornucopia desde donde se vierten uvas y frutas.[5]​ Rodean la Paz tres figuras femeninas que, según la tradición clásica, son su madre y sus dos hermanas.