Aldo Mayo

Comenzó su relación con el arte como protagonista de fotonovelas en las revistas Anahí y María Rosa y en 1960 debutó en cine en el filme Luna Park.

A partir de su segunda película, Detrás de la mentira (1962), su estampa de duro y violento hizo que en casi todos sus filmes posteriores, mayoritariamente dirigidos por Enrique Carreras, lo eligieran para encarnar personajes que eran la contracara de los justicieros que encabezaban los elencos.

Dentro de ese rol Mayo demostró su habilidad para componer una gran diversidad de tipos en películas como Los evadidos, Los hipócritas, Los muchachos de antes no usaban gomina, Paño verde, Los drogadictos, y otras más.

También hizo teatro en piezas de autores clásicos y contemporáneos, recordándose por el gran suceso de crítica y público su actuación en Lluvia, de William Somerset Maugham, junto a María Maristany.

En televisión actuó en diversas telenovelas, incluyendo varios ciclos de Nené Cascallar, y en 1969 participó en El hombre que volvió de la muerte (1969), la conocida miniserie con Narciso Ibáñez Menta.