Figura de gran relevancia en las ciencias sociales brasileñas, en 1956 Pitrim Sorokin incluyó a Guerreiro Ramos entre los autores que más habían contribuido para el progreso de la sociología en la segunda mitad del siglo XX.
El año siguiente consigue el grado en la Facultad de Derecho en la misma ciudad.
Estos cursos estaban promovidos por el Departamento Administrativo del Servicio Público (DASP).
Guerreiro Ramos defendió el monopolio estatal del petróleo, la nacionalización de la industria farmacéutica y los depósitos bancarios.
Para promover la reforma agraria, defendió el pago de las desamortizaciones en divisas públicas.