Su debut fue en septiembre de la temporada 43-44, sustituyendo a un consagrado Joao Cruz, prestigioso ala izquierda de los leones, que por aquel entonces tenía figuras como Adolfo Mourao, Soeiro Vasques, Fernando Peyroteo y Pedro Pireza.
Su gran talento tuvo lógica continuidad, y Albano fue entrando poco a poco en el equipo hasta llegar a formar, junto a Peyroteo, Vasques, Correia y Travassos, la famosa delantera que el periodista y entrenador Tavares da Silva denominó como los "cinco violines" por su gran sincronización en el juego que funcionaba tan engranado como una orquesta.
Tras jugar durante trece temporadas con el equipo lisboeta se retiró a los 34 años con 252 goles marcados en 443 partidos, una cifra impresionante para alguien que jugaba en su posición.
Cuando lo agarraba, cruzaba el campo a gran velocidad, arrancando desde la banda y buscando siempre al delantero centro, si no era él mismo quien acababa la jugada.
El gran Fernando Peyroteo se aprovechó en esos primeros años del desborde de Albano.