En 1997 el gobierno de Cancún vio que su gente no respondía al esfuerzo de su ayuntamiento y por ello cedió la franquicia a Durango, se vino el entrenador Mario Pérez Guadarrama, con plena autorización del gobernador Maximiliano Silerio Esparza, los Alacranes, ya con su uniforme verde y blanco reaparecieron en la temporada 1997, con entusiasta respuesta de parte de los aficionados que por muchos años soportaron el ayuno del fútbol interrumpido de vez en cuando por la presencia de clubes como Club América, Club Guadalajara, Club Santos Laguna, los cuales elegían en sus pretemporadas a Durango para partidos amistosos.
Respecto a los jugadores que pertenecen a Alacranes, se registrarán en el próximo Régimen de Transferencias para el caso de que algún equipo se interese en sus servicios."
Este es el primer anuncio formal que se hizo respecto a desaparición del equipo.
En ese sentido, precisó que se fortalecerían los equipos de segunda división profesional y fuerzas básicas, a través de un modelo integral de formación deportiva que involucrará a las instituciones educativas y a las ligas amateur.
Tras la venta del equipo "mayor", Durango se quedó con sus fuerzas básicas, los cuales juegan en torneos locales y nacionales.
Con una desventaja para Durango de 4-2 en el Estadio Jalisco, viajaron a casa en donde solo lograron empatar 1-1.
El equipo consiguió así el ascenso a la Liga Premier de Ascenso, hoy Serie A de México, en la cual se mantuvo desde el Apertura 2013 hasta el Clausura 2022.
Durante la estancia en la Liga de Expansión el equipo se encontraba con problemas financieros, por lo que Ciro Castillo vendió el equipo a Roberto Zermeño, empresario que había sido propietario del Club León durante la década de 1990.
Solo algunos integrantes deciden permanecer y apoyar a su equipo desde LNT (liga de nuevos talentos) en liga premier, al mando de Spencer y posteriormente tras algunos problemas con la directiva, retoma el proyecto Jaime Arreola.