La fotografía –realizada en blanco y negro– fue llevada a cabo por Raoul Coutard.
El asunto fue imaginado por François Truffaut y este lo entregó a su amigo Godard, quien escribió una vaga guía de filmación y la abandonó muy pronto para confiarse a su genio improvisador.
Michel (Jean-Paul Belmondo) es un delincuente que, tras robar un coche en Marsella, emprende viaje a París para cobrar un dinero que se le adeuda y volver a ver a su amiga estadounidense, Patricia (Jean Seberg).
En el camino, perseguido por la policía de tráfico, mata a un agente.
Michel, cansado y enamorado, se niega a huir.