Al-Muqtafi II

La desunión y continuas contiendas entre los turcos selyúcidas proporcionaron oportunidad a Al-Muqtafi de no sólo mantener su autoridad en Bagdad, sino que también se extendiera a lo largo de Irak.

Al-Muqtafi volvió a recibir el favor del selyúcida, quien se comprometió con una de sus hijas.

Hubo un tiempo que, estando en apuros y presionado, Zengi hizo un llamamiento urgente de ayuda a Bagdad.

Al-Muqtafi es alabado por los historiadores musulmanes tempranos como virtuoso, capaz y valiente.

Durante su califato de veinticinco años, se llevó a cabo numerosas expediciones menores contra los enemigos en la zona.