Akasha (personaje de las Crónicas vampíricas)

Akasha fue la primera en experimentar este cambio debido a un espíritu (Amel) convocado por Mekare para atacarla, pero finalmente este espíritu —que era tan ambicioso como ella y que deseaba, así como muchos espíritus, poder saber lo que era el sentir— poseyó a Akasha y se fusionó con ella, naciendo así el primer vampiro.

Ambas se mostraron incrédulas ante tal aseveración por parte de un espíritu, ya que ninguno puede tocar nada.

Todo esto lo hicieron con la ayuda de su más leal sirviente, llamado Khayman, quien fue convertido en vampiro posteriormente.

Pero Akasha no sospechaba que Khayman amaba a las gemelas y las ayudó convirtiéndolas en vampiras.

Akasha permanece allí hasta que las andanzas de Lestat consiguen llamarle la atención y despierta para unir a este a su plan de exterminar a todos los hombres del planeta, ya que, según ella, y basándose en los registros históricos, los hombres son los culpables de todas las guerras y desdichas del mundo.