Que es revelado por Aiwass el ministro de Hoor- parr- kraat" (AL I:7).
Crowley tuvo grandes problemas para argumentar que Aiwass era un ser objetivamente separado de él, poseedor de mucho más conocimiento que él o cualquier otro humano pudiera tener.
Escribió: "Ningún falsificador podría preparar un conjunto de acertijos numéricos y literales tan complicados".
[4] Como Crowley escribió en sus Confesiones: "Fui destinado a admitir que Aiwass me mostró un conocimiento de Cábala inmensamemente superior a la mía"[5] y "Fuimos forzados a concluir que el autor de El libro de la ley es una inteligencia tanto alienígena como superior a mí mismo, aunque familiarizado con mis más íntimos secretos; y, el punto más importante de todos, esa inteligencia era desencarnada.
De nuevo, del Equinox of the Gods: "Ahora me inclino a creer que Aiwass no es solamente el Dios a quien alguna vez se le tuvo como sagrado en Sumeria, y mi propio Santo Ángel Guardián, sino también un hombre como yo, por lo tanto, así como Él usa su cuerpo humano para hacer Su conexión mágica con la humanidad, que Él ama, y que por lo tanto Él es un Ipsissimo, la cabeza de Astrum Argentum: A.·.