Ahmed Balafrej es el arquitecto de la unificación del movimiento nacionalista marroquí, que se cristalizó en el partido independentista Istiqlal.
Balafrej tiene el privilegio de recibir una formación intelectual excepcional en los años del protectorado (tan solo 53 marroquíes finalizan el bachillerato entre 1920 y 1934).
Obtiene su graduado de secundaria en París, en el Liceo Henri IV, ya que el sistema colonial no le permite hacerlo en Rabat.
En 1930, año de la proclamación del Dahir Bereber, Balafrej tiene veintidós años y se encuentra aún en París.
El Dahir Bereber fue acompañado de duras críticas y protestas en su contra, respuesta en la que participaron activamente los jóvenes nacionalistas marroquíes, Balafrej entre ellos.
En las distancias cortas, la personalidad, la inteligencia política y la convicción de Arslan, impresionan sobremanera a Balafrej.
Chekib Arslan llegó a ser definido como el enemigo número uno del partido colonialista francés.
El CAM constituye la primera organización nacionalista con carácter de partido político., contando entre sus filas con personalidades como Balafrej, Lyazidi, El Fassi, Said Hajji, Ouazzani, Bennuna o Torres.
Abdeljalil es puesto rápidamente en libertad y huye a la zona española, donde se reúne con Balafrej, el único que pudo sortear las represalias al encontrarse en el momento de los disturbios fuera del país.
El desarrollo de la Segunda Guerra Mundial alteró la configuración del panorama internacional y el equilibrio entre las potencias coloniales.
La entrevista, organizada por Chekib Arslan, tiene como objetivo real averiguar las intenciones alemanas con respecto a la política exterior.
Pero la situación varía considerablemente cuando el sultán, tras haberse asegurado el apoyo americano , decide asumir públicamente la reivindicación de la independencia.
A su regreso funda el primer diario nacional en lengua árabe, Al Alam, del que se convierte en el redactor jefe.
Con esta designación, Francia pretendía contrarrestar la creciente popularidad del sultán Mohamed V, el cual había proclamado recientemente en varios discursos su adhesión a la causa independentista.
Como secretario general del partido Istiqlal, lleva a cabo gestiones diplomáticas en los Estados Unidos, en Suiza, en Francia y en España.
Mientras tanto en Marruecos se ha desatado una ola de violencia por las manifestaciones que tienen lugar tras el asesinato del líder sindical tunecino Ferhat Hached.
Los acontecimientos salpican al Istiqlal: unos cuatrocientos miembros son encarcelados y la cúpula dirigente se ve obligada a exiliarse.
Balafrej sigue y dirige desde Ginebra las negociaciones pero no consigue el permiso para viajar a Francia.
El regreso triunfal del monarca constituye una imagen que quedó grabada a fuego en el imaginario popular marroquí.
Se crea un gobierno provisional con 21 ministros, de los que tan solo nueve son pertenecientes al Istiqlal.
Todo ello convierte a Ahmed Balafrej en el verdadero fundador e iniciador de la diplomacia marroquí moderna.
Mantiene una postura rígida e intransigente en cuanto a la presencia de tropas francesas y americanas en el país pero es realmente el nuevo rey, Hassan II , quien negocia la evacuación definitiva de estas tropas (en 1960 salen los militares franceses y en 1963 los americanos).
A finales del año 1958 una nueva ola de violencia sacude al país y su postura en el gobierno se debilita, por lo que presentará su dimisión.
Sus restos reposan en el interior de la mezquita Moulay Mekki, tal y como manifestó su deseo en vida.
Su reinado se prolongará por 38 años, hasta 1999, año en que es sucedido por su hijo Mohammed VI.
Ahmed Balafrej (en árabe, أحمد بلفرج Aḥmad Balafraŷ) fue un político marroquí, fundador del partido Istiqlal, que ocupó varios cargos públicos.
Prosigue sus estudios universitarios en El Cairo, donde conoce a diversos líderes reformistas árabes y musulmanes.
Reside después en París, donde despliega una intensa actividad periodística en contra de la política colonial francesa en Marruecos.
Como otros nacionalistas, será acusado de inteligencia con el enemigo alemán por sus críticas a Francia.
Balafrej se dirige a Estados Unidos, donde continúa su campaña en favor de la causa marroquí.