Agrupación Deportiva Torpedo 66

La proximidad con Talavera de la Reina ayudó en parte a que desde muy pronto se tuviera conocimiento del fútbol en Cebolla, puesto que en los años veinte del pasado siglo ya se jugaba en la ciudad de la cerámica.Anteriormente a 1966, en Cebolla ya se jugaba al fútbol, pero esto se hacía de manera irregular entre la gente del pueblo, unas veces entre barrios (Las Arenas, La Sangüa, La Calle Nueva, Santo Cristo, etc.), o bien, hablando con gentes de las localidades colindantes para disputar un amistoso.En un partido disputado en las fiestas locales, en 1965, se acordó entre los jugadores de aquel entonces —a la postre, fundadores— crear un equipo y federarse.De entre los muchos miembros fundadores, destacan: Luis Miguel Valencia, los hermanos Muro: Quique, José y César (que sería uno de los generales más jóvenes de España, llegando a lo más alto del escalafón en la jerarquía militar); los hermanos Yuste: Felipe y Carlos: los hermanos Morales: Juan Manuel y Antonio; José Argudo, Emilio Pajarito, José Pirulo, Jesús Malta, Manolo Sanmamés, Emilio Fernández Recio, Requena, Chucho, los hermanos Patón, Emiliano Madrid, y muchos otros.Gustando la idea y acompañando al nombre el año de fundación del club, nació la A.D.Y así fue durante largas aunque dichosas temporadas, capitaneados —nunca mejor dicho— en varias ocasiones por el general y fundador del club, César Muro, hasta que años después, en la 95/96, se conseguía el primer ascenso a la Tercera División de España.Llegó el día del partido y desde por la mañana quedó patente que el problema con sus aficionados no iba a parar al Don Benito: nunca se vio tanta gente alrededor del campo como ese día.La temporada siguiente al playoff fue complicada pero el Torpedo logró salvar la categoría, y tras un par más rumiando los puestos altos de la tabla y otra adicional en la cual el equipo quedó en tierra de nadie, llegaría lo inevitable para un conjunto tan modesto: el descenso a Primera Preferente.Dos efímeras alegrías quedarían ya para el club toledano merced a dos ascensos desde Primera Preferente.La vestimenta y los colores del equipo llegaron por un motivo tan simple como necesario: diferenciarse del resto de localidades cercanas para así no tener que comprar primera y segunda equipación, ya que cada peseta contaba como oro.