La responsabilidades día a día incluyen mantener contactos entre el nación anfitriona y la fuerza naval a la que pertenece el agregado.
Esto incluye arreglar visitas oficiales, intercambios de puestos y ejercicios.
En una misión diplomática pequeña que no tenga su propio agregado naval, el papel de agregado naval es llevado a cabo por el agregado de defensa quien además trata los asuntos militares y aéreos.
Delegaciones diplomáticas mayores pueden contar tanto con un agregado naval como por un asistente y ayudante del agregado naval.
A pesar de que los agregados militares, navales y aéreos cumple funciones en enlace y protocolarias en el país anfitrión tiene un rol de inteligencia desde que en el siglo XIX empezó a existir esta posición.