Los agnoetas eran seguidores de una secta monofisita, surgida en el siglo VI, que debe su origen al diácono Temistio de Alejandría.
Los agnoetas enseñaban que Cristo ignoraba el día y la hora del Juicio final.
Su doctrina se apoyaba en textos bíblicos: Los santos padres rechazaron el agnoetismo, declarando que el alma humana de Cristo estaba libre de ignorancia y error, condenando como herética la doctrina de los agnoetas.
San Agustín de Hipona expuso:
San Gregorio Magno indicó: