Agger

Suele utilizarse específicamente para los terraplenes elevados y abovedados de las calzadas romanas.El agger se construía en primer lugar excavando el trazado de la calzada, para construir después unos cimientos firmes, que eran rellenados con la tierra extraída que luego era compactada.El trazado de una calzada romana puede localizarse habitualmente mediante la distintiva línea del agger a través del paisaje.Agger es también el nombre que recibe una zona concreta de las Murallas Servianas de Roma, que protegía la ciudad en su lado más vulnerable, el Campo Esquilino, y consistía en un doble parapeto custodiado por poderosos bastiones.La técnica del agger también fue empleada como arma de asedio: cuando una ciudad o fortaleza enemiga era sitiada, solía erigirse un agger para salvar las murallas de la ciudad y permitir a la infantería tomar la plaza por asalto.
Restos del agger de Ardea (Italia) .